viernes, 29 de julio de 2016

PARA LOS QUE DESEAN MEJORAR

1.  En el espacio de comentarios escriba cómo interpretas la imagen






2. realiza la lectura y responde.



Eduardo José tenía doce años cuando descubrió su vocación: quería ser pianista. Hizo la prueba con un instrumento que había en la casa de su tía Teresa. Al ver que cada vez tenía más interés, sus padres buscaron ofertas, le compraron un antiguo piano y le consiguieron una maestra particular. La profesora Cuca se sorprendía al ver los avances que hacía el chico y cuando Eduardo cumplió quince años ella habló con sus padres: “Tendrán que inscribirlo en el Conservatorio”.
Después de varios exámenes se presentó a la primera lección con la maestra Poliakov, una afamada concertista rusa. Eduardo quiso sorprenderla con su interpretación del vals Sobre las olas, pero ella le paró el alto. “Un momento. Escucha mi primera lección. Lo importante no somos ni tú, ni yo, ni nuestra fama, nuestro lucimiento o prestigio. El deber de un pianista es cumplir con las expectativas de un público que asiste a vivir un momento emocionante, y mantener viva la obra del compositor que interpreta. Todo lo que hagas, cada día que ensayes, tiene que enfocarse en eso si deseas permanecer en mi clase.” Ésa fue la primera de muchas tardes en las que conversaron, repasaron escalas, leyeron partituras y exploraron juntos las brillantes teclas blancas y negras. Cuando la clase acababa, Eduardo se quedaba en el salón para escuchar cómo ensayaba la maestra para sus conciertos.
Habían pasado cuatro años. Por aquellos días la profesora estaba preparando una importante presentación en la que iba a interpretar el Concierto número 1 de Frédéric Chopin en homenaje a los doscientos años de su nacimiento. Cuando lo anunciaron en los periódicos, las localidades se agotaron, pues incluso muchas personas vendrían de otros países a oírlo. Eduardo siguió los ensayos que duraban días enteros y la maestra le pidió que la noche del concierto se sentara a su lado para ayudarla a dar vuelta a las páginas de la partitura: “No puedo dar una sola nota falsa. Todo tiene que ser perfecto”.
La sala lucía repleta incluso con personas de pie. Afuera del teatro habían dispuesto pantallas para miles de aficionados. Pasaron los llamativos compases del inicio hasta la entrada del piano. La maestra comenzó a tocar con brillo, pero unos minutos después se desmayó por el excesivo trabajo de los días anteriores… Eduardo José pensó en Chopin, en las personas que anhelaban escuchar la música y en el prestigio de su maestra y, sin más, se sentó al piano. El director dio una señal para empezar de nuevo. El alumno tocó con una inspiración que conmovió al público y hasta a la maestra que había vuelto en sí y lo escuchaba sonriente tras bambalinas. Al concluir la interpretación los aplausos lo llamaron catorce veces al escenario. Y cuando le pidieron que tocara una pieza adicional las notas del vals Sobre las olas sirvieron de fondo a los sollozos de quienes presenciaron esa noche extraordinaria.
Responde en el espacio de comentarios
·         ¿Tuvo razón la maestra en su primera lección? ¿Qué importa más, el prestigio personal o el deber de una tarea?
·         ¿Eran disciplinados maestra y alumno? ¿Se esforzaban o no en su objetivo?
·         ¿Cómo se hubiera sentido el público si el concierto se hubiera suspendido a la mitad?
·         ¿Apruebas lo que hizo Eduardo? ¿Por qué reaccionó de la forma en que lo hizo?

·         ¿Qué tenía tan contenta a la maestra al final de la presentación?
33. Busca la noticia del niño colombiano que ira a la NASA y  escribe en el espacio de comentarios cuales crees que sean las razones por las cuales él pudo acceder a ese incentivo.



4. ¿Cuál ha de ser tu motivación para cumplir tus sueños e ideales?

¿Cuál es tu compromiso para lograr ser el mejor en el tercer periodo?




domingo, 17 de julio de 2016

ACTIVIDAD 1



En esta ocasión desarrollaremos actividades que nos permitan alcanzar el manejo de los subprocesos que estudiaremos en este periodo. 

Leo obras literarias de género narrativo, lírico y dramático, de diversa temática, época y región.


GÉNERO LÍRICO

EL ÁRBOL QUE NO SABÍA QUIEN ERA

Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,... Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos.
-No sé quién soy... -se lamentaba-.
-Te falta concentración... -le decía el manzano- Si realmente lo intentas podrás dar unas manzanas buenísimas... ¿Ves qué fácil es? Mira mis ramas...
-No le escuches. -exigía el rosal- Es más fácil dar rosas. ¡¡Mira qué bonitas son!!
Desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no conseguía ser como los demás, cada vez se sentía más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves. Al ver la desesperación del árbol exclamó:
-No te preocupes. Tu problema no es tan grave... Tu problema es el mismo que el de muchísimos seres sobre la Tierra. No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo tal como eres. Para conseguir esto, escucha tu voz interior...
¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... -se preguntaba el árbol angustiado y desesperado-. Después de un tiempo de desconcierto y confusión se puso a meditar sobre estos conceptos.

Cuentos orientales
Finalmente un día llego a comprender. Cerró los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior susurrándole:
"Tú nunca en la vida darás manzanas porque no eres un manzano. Tampoco florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quien eres. ¡Sé quien eres!, ¡sé quien eres!..."

Poco a poco el árbol se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro de sí mismo. Se dispuso a ser lo que en el fondo era. Pronto ocupó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Solo entonces el jardín fue completamente feliz. Cada cual celebrándose a sí mismo.

  • Después de leer el texto debes hacer una frase que resuma cada una de las partes de este texto narrativo y publicarlo en el espacio de comentarios.