sábado, 22 de abril de 2017

NOVELA POLICIACA

Lee atentamente este fragmento de un  representativo de este tipo de novelas.

El tren especial desaparecido


Arthur Conan Doyle

La confesión hecha por Herbert de Lernac, que se halla en la actualidad penado con sentencia de muerte en Marsella, ha venido a arrojar luz sobre uno de los crímenes más inexplicables del siglo, sobre un suceso que, según creo, no tiene precedente alguno en los anales del crimen de ningún país. Aunque en los medios oficiales se muestran reacios a tratar del asunto, por lo que los informes entregados a la prensa son muy pocos, existen, no obstante, indicaciones de que la confesión de este archicrirninal está corroborada por los hechos y de que hemos encontrado, al fin, la solución del más asombroso de los asuntos. Como el suceso ocurrió hace ya ocho años y una crisis política que en aquellos momentos tenía absorta la atención del público vino, hasta cierto punto, a quitarle importancia, convendrá que yo exponga los hechos tal como me ha sido posible conocerlos. Los he examinado comparando los periódicos de Liverpool de aquella fecha, las actas de la investigación realizada acerca de John Stater, maquinista del tren, y los archivos de la compañía de ferrocarril de Londres y la Costa Occidental, que han sido puestos cortésmente a mi disposición. Resumiéndolos, son como siguen:
El día 3 de junio de 1890, un caballero que dijo llamarse monsieur Louis Caratal pidió una entrevista con míster James Bland, superintendente de la estación central de dicho ferrocarril en Liverpool. Era un hombre de corta estatura, edad mediana y pelo negro, cargado de espaldas hasta el punto de producir la impresión de alguna deformidad del espinazo. 
Extrae los fragmentos que representan cada una de las características.

domingo, 2 de abril de 2017

MODIFICAR TEXTO




Chicos,  este espacio es netamente pedagógico planeado para ustedes Gabrielinos  de séptimo grado, ( la verdad es que reutilicé un blog del año pasado porque no estaban funcionando bien los comentarios y en este caso los necesitamos) la idea es que aprovechemos al máximo esta herramienta y entre todos tejamos nuevas realidades con la singularidad de cada palabra y un estilo novedoso pero respetuoso de las normas. 

Nuestro segundo indicador nivel alto dice: Contribuye al perfeccionamiento de la redacción de sus compañeros haciendo correcciones a sus textos, compartidos en el blog.

·     En este momento yo iniciaré una bella historia y ustedes la continuaran, cada uno debe redactar un poco más y corregir el avance  que nuestro compañero ha creado, la idea es que entre todos hagamos un solo texto, donde se vea reflejado el conocimiento y aplicación de las normas de ortografía, puntuación, uso de sinónimos de figuras literarias, en fin que recurramos a todos los recursos que nuestro lenguaje nos permite para tener una historia digna de publicar.  Ánimo. 



Entre nubarrones grises el sol se habría paso, eran aproximadamente las cinco de la mañana y en mi hermoso llano, grande como la sabana del oriente, silencioso cual cementerio a media noche, Jacinto intentaba despertarse. Un pensamiento no le había permitido conciliar el sueño, después de acostarse en esa cama suavecita como él continuamente lo expresaba, aún con un poco de dolor después de la faena del día anterior, se estiró   y pudo escuchar el crujir de sus huesos. Puso sus pies sobre la tierra y como era costumbre desde pequeño se santiguo, esto lo venía haciendo desde que la señora Morelia, su madre, se le había enseñado. Al pasar por el escaparate cogió la totuma en donde estaban sus útiles de aseo, emprendió camino a la moya para pegarse ese tan merecido baño, pero esta vez no quiso darse una clavadita como lo hacía siempre, esta vez prefirió bajar por los escalones que a punto de pala hacía días el mismo había fabricado. Sintiendo como el agua mojaba su cuerpo sintió un extraño escalofrío pero no le puso mayor cuidado, al final creyó que era porque no era su costumbre iniciar su baño de esa forma. Finalmente hundió su cabeza y procedió a bañarse. Nuevamente en su casa se vistió ágilmente y atizó el fogón para revivir las brasas que aún quedaban del día anterior, en un momento salía una intensa llama en la cual preparó su cafecito, tomándolo a grandes sorbos, silbó a negro su caballo y fiel compañero, este inmediatamente paró sus orejas y rebuznó pero como si conociera que su descanso había terminado decidió arrancar otros grandes mordiscos de hierba que gracias al roció de la noche estaba fresquita.